miércoles, 1 de enero de 2020

Empezar diciéndote: te amo tanto que no seré bálsamo ni balsa. Que los vientos fuertes me tienen bailando agitada. Que nada se compara con el aroma de tus recovecos. Que todos los oráculos me hablaron de piedras y colores y hojas secas cayendo sobre nosotras. Que en tu terca desesperación no me ves aunque sea tan real y sólida. Que ya es tiempo de aguas suaves y viajes llenos de tus risas tontas que tanto me llenan de alegría el alma. Te amo tanto que no me importa ser cursi. Imagínate!